La oficina del futuro
El lugar de trabajo está
cambiando y cada vez más empresas permiten que los trabajadores tengan un
horario flexible y disfruten de una combinación de trabajo desde casa y en la
oficina con terminales compartidos. ¿Cuáles son las implicaciones para la
oficina del futuro?
Las oficinas de todo el mundo
están siendo objeto de una revolución. El entorno laboral se está transformando
en un espacio de colaboración en el que nadie tiene un espacio fijo, los
ordenadores no están vinculados a un solo usuario y las salas de juntas son
virtuales.
Las empresas están adoptando el
trabajo flexible. Esperan que los empleados trabajen de forma remota, en lugar
de estar presentes en la oficina con un horario fijo. La dirección delega en
los mandos intermedios la decisión de quién debe estar en la oficina y cuándo. Se calcula que este año la mitad
de las empresas adoptará el trabajo flexible para permitir a los empleados
trabajar en sus hogares o en una oficina.
Se estima que de aquí a 2020, el
70 por ciento de los empleados británicos tendrá la oportunidad de trabajar de
forma remota y esto a su vez generará grandes cambios en las empresas a la hora
de buscar formas para que la oficina se adapte a todas las personas.
El espacio en la
oficina
Puesto que hay menos empleados
que necesiten un escritorio, las empresas pueden reducir el espacio de sus
oficinas. Las pequeñas empresas pueden reducir los costes pagando solo un
espacio de oficina cuando lo necesiten, mientras que las más grandes pueden
alquilar el espacio que les sobre a empresas más pequeñas, o bien trasladarse a
una oficina de menor tamaño para limitar los gastos generales en ambos casos.
El diseño de estos espacios
también cambiará. En lugar de oficinas extensas con mamparas, que distan mucho
de fomentar la productividad, las organizaciones pueden utilizar un espacio de
trabajo compartido o abrir las zonas cerradas para que el entorno sea más
propenso a la colaboración.
Algunas oficinas preferirán
incluir mesas configurables que los empleados puedan mover en función de que
necesiten trabajar en grupo o de forma individual. También aumentará el uso de
áreas exteriores que ofrezcan a los trabajadores una zona donde tomar el aire
cuando el ambiente se vuelve sofocante.
Si las empresas toman nota de un
estudio que reveló que los edificios con mejor ventilación y características
«ecológicas» mejoraban la capacidad cognitiva de los trabajadores, en el diseño
de la oficina del futuro se podrían incluir sistemas sofisticados de
calefacción y ventilación.
La iluminación inteligente se
adaptará a lo largo del día con el fin de mantener el nivel más eficiente para
los trabajadores. Unos sensores supervisarán la temperatura, los niveles de
dióxido de carbono y humedad, para asegurar un confort óptimo.
Se utilizarán balizas para
registrar la presencia de los empleados a efectos de seguridad, indicando el
momento en el que cada empleado entra en la oficina y registrando el momento de
su partida.
El hardware de la oficina del
futuro
No es muy probable que los
portátiles y sistemas de sobremesa se sustituyan por pantallas virtuales
holográficas como las de Minority Report. Tampoco es probable que se sustituyan
todos los sistemas de sobremesa por tabletas y smartphones. Lo que sí cambiará
es cómo se utiliza el hardware «estándar».
Los escritorios dispondrán de
ordenadores a los que los empleados sencillamente se conectarán desde otro
ordenador, móvil o tableta en cualquier lugar y ver su contenido.
En las salas de reuniones, las
mesas y sillas se sustituirán por grandes pantallas como Microsoft Surface Hub,
mediante las cuales los empleados colaborarán desde sus casas, desde cualquier
cafetería o desde la oficina de un cliente.
Si los empleados necesitan
realizar una presentación, pueden mostrar el contenido desde su dispositivo
conectado, sea un móvil, una tableta o un ordenador. Puesto que todo se
almacena en una sola cuenta, no es necesario transportar equipos voluminosos.
El diseño de los dispositivos
también está cambiando para adaptarse a la portabilidad y la flexibilidad.
El software de la oficina del
futuro
El software es el área que
posiblemente experimentará el mayor cambio en la oficina del futuro. A medida
que las plantillas se reparten por todo el mundo, necesitarán mantenerse en
contacto y trabajar como si estuvieran físicamente uno al lado del otro.
Si las empresas optan por ofrecer
mesas de trabajo compartidas, los empleados sencillamente llegarán a su mesa,
iniciarán sesión y podrán acceder a todo desde un ordenador estándar mediante
un escritorio virtual. Los archivos y carpetas se encontrarán en unidades
compartidas a las que se podrá acceder desde cualquier lugar.
Las herramientas de colaboración
como Slack, Trello y Prezi permitirán mantener la comunicación las 24 horas del
día, 7 días a la semana, de modo que los compañeros y los equipos puedan estar
en contacto, compartir recursos e ideas y vivir una jornada laboral más
productiva.
También se acabarán los problemas
de gestión de TIC y la llamada «computación en la sombra», ya que todos los
equipos se tratarán por igual y los usuarios no podrán instalar aplicaciones no
autorizadas en los ordenadores comunitarios.
Lo que sí es seguro es que a
medida que más empleados adoptan el trabajo flexible, las empresas deberán
procurar que sus trabajadores sean más productivos, con independencia del lugar
que elijan para trabajar. Y si deciden ir a la oficina a trabajar, deben
disponer de todos los recursos necesarios para realizar su trabajo.
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